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Un corte provocaría una desconexión entre personas y empresas, a estas alturas todo se paralizaría para luego generar un colapso con repercusiones sociales sin precedentes. Provocaría unas movilizaciones caóticas en términos del pánico que generaría no saber qué pasa o como acceder a bienes y servicios vitales.
Tal vez la respuesta de los medios de comunicación convencionales o no dependientes de internet lograrían calmar los ánimos, pero recurrir a los medios análogos para compensar la caída de internet tardarían un poco en prestar alguna utilidad mientras se incorporan en términos de funcionalidad para las circunstancias que se estén viviendo.